miércoles, 5 de noviembre de 2008

Obamanía

Una brisa fresca sopla en el panorama político internacional. Tras dos cuatrienios de oscurantismo dominados por la nefasta administración Bush, un nuevo inquilino en la Casa Blanca, aglutinador de las esperanzas de todo un pueblo y de todo un planeta, tiene ante sí el reto de sacar adelante un país sumido en una situación económica catastrófica y, por extensión, de dar un revitalizador impulso a la economía mundial. Y esto es solo el principio...

Ese hombre es Barack Hussein Obama, quien pronto tomará el testigo de George W. Bush como presidente de los Estados Unidos de América, el primer afroamericano en ocupar el cargo. Demócrata, de origen humilde, joven, pero suficientemente preparado para el papel que le toca jugar en ese inmenso tablero de ajedrez que conforma el mapa político global. Pues no solo habrá de enfrentar el gran problema de la crisis económica; otros desafíos de envergadura aguardan al nuevo presidente norteamericano tales como los gravísimos enfrentamientos armados en Oriente Medio, el elevado deterioro de nuestro medio ambiente o las futuras crisis energéticas que se perciben no demasiado lejanas en un mundo cada vez más superpoblado.

Y no ha perdido la oportunidad de adelantar algunas de sus "recetas" para solventar estos asuntos en la recién concluida campaña electoral: Reducción de impuestos a las clases medias de su país y aumento de los mismos para los más adinerados cual Robin Hood contemporáneo; aumento del gasto social para redundar en beneficio de las clases más desfavorecidas; ayudas al continente africano para superar su atávico atraso en todos los órdenes de la sociedad; retirada de las tropas estadounidenses de Irak en un plazo máximo de 16 meses desde su toma de posesión como presidente; acercamiento a Cuba con el levantamiento del ya excesivamente duradero embargo al régimen de la isla; fuertes inversiones en I+D y en fuentes de energía alternativas al petróleo y los combustibles fósiles... La "Obamanía" aterriza con fuerza en los Estados Unidos de América y sus efectos se han sentido en todo el planeta conquistando los corazones de millones de personas. ¿Llegan por fin los vientos del cambio? ¿Entrará de una vez por todas el mundo en una era de paz y prosperidad? Solo el tiempo -y "Obama"- tienen la respuesta.

Mis temores: Que los "poderes fácticos" de Estados Unidos no le permitan hacer todo lo que querría hacer y que las fuerzas ultraconservadoras y racistas aún poderosas en la sociedad estadounidense atenten contra su vida como ya hicieron con los Kennedy.

Mis esperanzas: Que por fin la "voz de la calle" hable a través de los labios de un presidente de los Estados Unidos y el diálogo y entendimiento entre los pueblos sean la consigna básica de su mandato y que la desmilitarización de un planeta tan atormentado por el rugir de las armas sea su consecuencia directa.

FRAN.

1 comentarios:

dulce dijo...

Hola Fran,
realmente que podemos esperar (digo bien, sí esperar el resto del mundo como parte del engranaje mundial), de Obama? He tenido el gusto y el disgusto de escuchar corrientes de izquierda fanática, moderados centralistas hasta imperialistas recalcitrantes. Todos desconfían del cocktail de posibilidades que ofrece la futura administración política de USA. Se critíca su educación liberal, su etnia, su infancia humilde, sus planes antiinmigratorios, sus propuestas tributarias antirepublicanas, el fin de la guerra...

Lo cierto es que a mi parecer ha logrado despertar conciencia social y política ese hombre cuyo magnetismo es innegable.

En lo personal, yo quiero creer. Yes we can...

Un abrazo.