sábado, 2 de enero de 2010

Sobre el cambio

El hombre santo reunió a sus amigos:
–Estoy viejo –les dijo.
–Y sabio –respondió uno de los amigos.
–Durante todo este tiempo, siempre te vimos rezando. ¿De qué hablas con Dios?
–Al principio, yo tenía el entusiasmo de la juventud. Le pedía a Dios que me diera fuerzas para cambiar la humanidad. Poco a poco empecé a darme cuenta de que esto era imposible y entonces empecé a pedirle a Dios que me diese fuerzas para cambiar a los que estaban a mi alrededor. Ahora que ya soy viejo, mi oración es mucho más sencilla. Le pido a Dios lo que debería haberle pedido desde el principio.
–¿Y qué es eso que le pides? –quiso saber el amigo.
–Le pido ser capaz de cambiarme a mí mismo.

Paulo Coelho.

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