Al periodista iraquí Mountazer al-Zaïdi deberían hacerle un monumento en su país. Sus dos "zapatazos" al todavía presidente de los Estados Unidos George W. Bush durante la rueda de prensa que este concedió junto a su homólogo iraquí Nuri Al Maliki al término de su reciente visita a Irak lo hacen acreedor de tal honor. El periodista, además, obsequió al dirigente norteamericano con unas palabras más que merecidas por quien debería (que dudo lo haga) cargar sobre su conciencia con la muerte de centenares de miles de víctimas civiles de una guerra justificada, única y exclusivamente, en la defensa de los intereses económicos y geoestratégicos de su país: "Toma tu beso de despedida, pedazo de perro". Sin embargo, a buen seguro sufrirá las consecuencias por su valentía (a la par que estupidez) en la forma de un castigo ejemplar que no levante las iras del ejército de ocupación, no sea que algún soldado descerebrado de orientación republicana descargue su cólera sobre algún inocente ciudadano iraquí. Es la cruda realidad de su fallido intento de "zapaticidio".
Voy a ser malo: ¡Lástima que no le diera en todo el hocico*!
FRAN.
*Nota: El deliberado uso de la palabra "hocico" pretende aquí recoger la primera acepción que de la palabra aparece en el Diccionario de la RAE, en alusión a la manifiesta animalidad del sujeto en cuestión.
Hace 9 horas
1 comentarios:
Voy a repetir lo q dije en mi blog... el zapato está agradecido. No quería tocar inmundicia. :)
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