Reflexiones cabreadas por un asesino (Parte II)

No repetiré en este post lo mismo que ya dije no hace mucho en referencia al asesino José Ignacio de Juana Chaos. Solo quiero expresar lo que siento ante la decisión, supuestamente "muy meditada" por nuestro gobierno, de conceder la prisión atenuada en segundo grado a esta alimaña. El señor Rubalcaba amparó su criterio en razones humanitarias, pues el asesino no merece morir en un hospital a consecuencia de los efectos de su huelga de hambre. Y luego apeló al cumplimiento de la ley, que según parece, avala esta decisión. Sin embargo, lo que yo y millones de españoles nos preguntamos es, ¿qué mierda de leyes tenemos en este puto país? Si no, ya me dirán cómo es posible que primero se le condenara a doce años de prisión, luego se le rebajara a tres -posibilitando de paso que el señor ministro tomara cartas en el asunto-, y por último se le otorgue la atenuada. Resulta irrisorio pero no hace maldita gracia. No obstante, el gobierno ya tiene lo que quería, una nueva vía de negociación con ese atajo de asesinos denominados ETA. ¿O quizás no? En la locura de esta medida han evitado que De Juana se convirtiera en mártir, cierto, pero ¡lo han convertido en héroe! Ahora todos sus fanáticos solo contemplan al líder que regresa victorioso a casa tras poner en jaque al estamento judicial de la "nación enemiga" y que finalmente bajó los pantalones al gobierno de España. Sobresaliente para usted, señor Rubalcaba, y para todo su gobierno. ¿Qué mensaje piensan transmitir a las familias de las 25 víctimas de este sujeto? ¿que con ocho meses de condena por cada una de ellas ya ha pagado lo suficiente? ¿qué sean comprensivos con el "pobrecito" De Juana que nunca se ha arrepentido de sus crímenes?

Voy a ser malo: Cada día me recuerda más el señor Zapatero al señor Aznar cuando decía sin escuchar al pueblo: ¡España va bien! Pero lo increíble es que este gobierno se ha jactado de escuchar a ese mismo pueblo desde que subió al poder. Por tanto, me voy a permitir una recomendación, ya que parece que últimamente se les han tupido algo los oídos. Una buena limpieza -también de conciencias- y un afinado, a ver si por fin les llega ese rumor cada vez más extendido que grita: ¡Vamos de culo!

FRAN.