domingo, 7 de enero de 2007

La Joven del Agua

Hoy he visto una película absolutamente maravillosa titulada "La Joven del Agua". Este cuento de hadas me ha hecho sentir como un niño en un momento en que mis más anhelados sueños parecen desvanecerse a mi alrededor. Me ha tocado la fibra sensible, es cierto, pero creo que su mensaje de esperanza es capaz de reconfortar a todos cuantos se muestran dispuestos a escucharlo. Todo lo que tenemos que hacer es un ejercicio de fe, sentirnos realmente como ese niño que un día fuimos y que siempre permanecerá en algún recodo de nuestros corazones. Para ello basta con creer, tarea muy simple en apariencia, pero difícil de llevar a cabo, pues cada día estamos más apegados a lo cotidiano y superficial, y menos receptivos a lo nuevo, a lo diferente, a la magia. Michael Night Shyamalan me ha vuelto a demostrar que es uno de los poquitos directores de fantasía que tiene algo verdaderamente interesante que contar y una forma verdaderamente magistral de hacerlo. Sé que muchos no estarán de acuerdo conmigo en esta última afirmación; es más, opinarán de manera diametralmente opuesta. Pero no sería honesto si no expresara lo que siento ahora mismo, cuando aún tengo vívidas en la memoria esas imágenes que me han cautivado. Este hombre es un genio en un tiempo carente de ellos, razón por la que tantos se niegan a considerarlo como tal, y no quieren ver más allá de lo puramente fílmico. Quizás por ello sus metáforas de nuestra sociedad y de la vida misma no sean valoradas como creo se merecen hasta dentro de muchos años. No soy como el adepto de una secta aferrado a creer lo que carece de significado, ¡créanme! Pero puesto que de creencias estoy hablando, admito ser un creyente de este tipo de cine y quiero creer que Shyamalan continuará por esta senda en la que no me voy a sentir defraudado.

FRAN.

FICHA TÉCNICA:

Dirección: Michael Night Shyamalan.
País: USA.
Año: 2006.
Duración: 110 min.
Género: Thriller fantástico, drama.
Interpretación: Paul Giamatti (Cleveland Heep), Bryce Dallas Howard (Story), Bob Balaban (Harry Farber), Jeffrey Wright (Sr. Dury), Sarita Choudhury (Anna), Freddy Rodríguez (Reggie), Bill Irwin (Sr. Leeds), Michael Night Shyamalan (Vick Ran), Mary Beth Hurt (Sra. Bell), Noah Gray-Cabey (Joey).
Guión: Michael Night Shyamalan.
Producción: Michael Night Shyamalan y Sam Mercer.
Música: James Newton Howard.
Fotografía: Christopher Doyle.
Montaje: Barbara Tulliver.
Diseño de producción: Martin Childs.
Vestuario: Betsy Heimann.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No puedo opinar aun sobre la película por que no la he visto pero si me ha sobrevenido una revelación y es que ante tanto tema candente martirizando al mundo actualmente nada esta mejor que la joven del agua.

Saludos...

Gerardo

Candelaria Chávez Coello dijo...

Al terminar de leer el comentario sobre "La Joven del Agua", me resulta muy tedioso no poder compartir pareceres sobre lo que resulta ser una película maravillosa, pero me atreveré a rescatar me mi colección de entradas de cine la perteneciente a "El Ilusionista", creo que tienen muchos aspectos en común, me explico.

Parece que "La Joven del Agua" habla de sueños, de esperanzas, "El Ilusionista" no se queda atrás; hacía mucho, muchísimo tiempo que no salía de una sala de cine tan ilusionada, valga la expresión.

Es cierto que cuando nos encontramos en momentos, digamos "no buenos", ver filmografía de este tipo o acompañarnos de una lectura esperanzadora, incluso, y estaría feo que me olvidara de ella, sentarte junto a una buena audición musical, hace que esos momentos se disipen, que una nebulosa los envuelva; por lo tanto, da gusto que directores, guionistas, escritores y compositores nos hagan la vida más agradable con su obra y nos hagan recordar, que los sueños existen, y que tan solo hay que despertar para que se hagan realidad.

Frangarod dijo...

Muy cierto amigos. La vida no es un camino de rosas, y ella misma se encarga de recordárnoslo constantemente. "Hay que tener los pies en el suelo", dicen muchos, y tampoco carecen de razón, pero a veces es necesario soñar. Cuando ese suelo que creemos firme de repente se pone a temblar (y sucede más a menudo de lo que quisiéramos), entra en juego ese maravilloso don que todos poseemos, nuestra capacidad para imaginar, para soñar que todo va a ir mejor. Y sí, es cierto que en ocasiones también nos traiciona y nos juega malas pasadas, pero sin ella estaríamos verdaderamente perdidos, porque no tendríamos nada a lo que aferrarnos. Por ello nunca quiero dejar de darme unos paseítos "por las nubes", como los que me proporcionan este tipo de películas. Para mí suponen un nexo entre ese mundo de los sueños y la realidad y es bien sencillo de explicar: Me evaden cuando lo necesito y me recargan de energía cuando "aterrizo". La vida es entonces un poquito más fácil.

¡Saludos!